¿Qué es una corona dental?

Aunque quizás la conozcas mejor como funda, una corona dental es una prótesis fija con la que conseguimos cubrir completamente nuestras piezas dentales dañadas.

Las coronas dentales se colocan bien cementadas sobre los dientes o atornillando un implante dental. En cualquier caso, se trata de una funda de buenísima calidad y que generalmente imita perfectamente a los dientes naturales.

Existen diferentes casos en los que es necesario una corona dental:

• Cuando tenemos que reforzar un diente desgastado o deteriorado, ya que esta condición puede afectar a la propia estructura de la pieza dental si no tomamos medidas.

Si el diente ha sufrido traumatismos importantes o se ha sometido a una endodoncia u obturación, hay posibilidades de que tengamos que recurrir a una corona dental. 

• Cuando perdemos piezas dentales al completo y necesitamos colocar un implante. Sobre este colocaremos la corona dental con un tornillo.

• Cuando se atienden a motivos estéticos, como mejorar la apariencia de algún diente, ya sea por su forma o color.

Como casi con todo en la vida, todas las decisiones tienen sus ventajas e inconvenientes, y con una corona dental no va a ser menos.

Las ventajas de una corona dental son evidentes: son muy duraderas, llegando incluso a 30 años si se cuida bien, y es un sistema de restauración dental con un alto índice de éxito.

Aun así, la principal desventaja de una corona dental reside en que tenemos que tallar el diente para poder colocarla por lo que se trata de un tratamiento irreversible.

Al igual que tenemos diferentes casos para optar por una corona dental, también existen distintas tipologías que se ajustan a diversas situaciones.

• Corona dental de porcelana y cerámica. Son las más usadas ya que imitan muy bien el aspecto real de los dientes siendo imperceptibles.
• Corona dental de zirconio. Al igual que la anterior, también imita muy bien el aspecto de los dientes. Al no ser un material muy resistente, se recomienda para los dientes pero no para las muelas.
• Corona dental metálica. Puede ser de diferentes materiales como el oro, el níquel o el platino. Todos tienen en común su gran resistencia y durabilidad pero carecen de estética.
• Corona dental de resina. Debido a su poca resistencia, se suelen usar como solución provisional hasta que se puede colocar la definitiva.
• Corona dental de acero inoxidable para niños. Se emplean sobre dientes de leche muy dañados por caries principalmente y como remedio hasta el nacimiento de las piezas dentales definitivas.

Aunque una corona dental puede durar hasta 30 años, lo normal es que aguante entre 15 y 20 años. Todo dependerá de lo bien que cuidemos nuestra salud bucodental.

En Clínica Dental Parque Lagos somos especialistas en coronas dentales. No dudes en ponerte en contacto con nosotros y te explicaremos todo lo que necesites.